En este pueblo de Alicante pusieron un radar que no multa. El cachondeo está siendo histórico a base de hacerlo saltar corriendo

En este pueblo de Alicante pusieron un radar que no multa. El cachondeo está siendo histórico a base de hacerlo saltar corriendo
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Esto es Alcoy, no Nürburgring. Pero viendo lo que han hecho sus vecinos, cualquiera lo diría. Un radar informativo, de esos que no multan pero avisan, se ha convertido en la excusa perfecta para montar un reto viral que ya ha dado la vuelta a medio internet.

¿El objetivo? Correr lo más rápido posible calle abajo y hacer saltar el radar... Pero no en moto, ni en coche, ni en bici. A pie. Literalmente.

No hay multa, pero sí mucha diversión

La escena, grabada de noche en la calle Sant Nicolau, tiene algo de experimento social y mucho de atletismo de barrio. Uno a uno, los participantes se lanzan cuesta abajo para ver si logran superar los 30 km/h y hacer que la pantalla LED cambie de verde a rojo (recordemos que no hay flashazo porque es un radar pedagógico). Lo habitual es que se queden en cifras más discretas, pero hay uno que logra rozar los 32 km/h y hacer parpadear el aviso.

Todo ha quedado recogido en un vídeo publicado en Instagram por el colectivo Coros y Danzas Amanecer, que ha sido replicado en TikTok, X y otras redes a velocidad viral. No es para menos: la escena tiene de todo. Risas, aplausos, suspense y un radar que, por una vez, se convierte en parte del show y no del castigo.

Estos radares pedagógicos están diseñados para concienciar al conductor mostrando su velocidad sin emitir sanciones. Llevan un sensor láser que mide la velocidad en tiempo real (entre 50 y 300 metros de distancia) y muestran el resultado en una pantalla LED. Verde si vas bien, rojo si te pasas. Aunque nadie esperaba que alguien intentara "pasarse" corriendo.

La cuesta abajo ayuda, claro. Pero que alguien a pie alcance los 32 km/h sigue siendo una hazaña notable. La comunidad se lo ha tomado con humor, y muchos comentarios celebran la iniciativa.

El caso recuerda a lo ocurrido en Bezannes, Francia, donde un vecino fabricó su propio radar falso para frenar a los que iban pasados por su calle. Allí terminó con aplausos del alcalde. Aquí, de momento, con aplausos del vecindario... y medio internet.

Imágenes | Redes sociales

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